El ritmo acelerado del fútbol sala requiere que los jugadores tomen decisiones rápidas, lo que mejora su capacidad de pensar con rapidez. El flujo constante del juego y las frecuentes rotaciones de jugadores exigen que los jugadores entiendan sus roles y los de sus compañeros de equipo, cultivando un profundo sentido de pensamiento estratégico y conciencia espacial.
Además, el espacio y el tiempo limitados obligan a los jugadores a pensar en el futuro y anticipar los movimientos de sus oponentes, perfeccionando aún más sus habilidades para tomar decisiones. Todas estas habilidades cognitivas desarrolladas en la cancha de Futsal pueden ser valiosas en otras áreas de la vida, incluidas las actividades académicas.